La triste historia de mi vida

Trabajo 14 horas por día. Gano poco (muy poco) dinero. Hago lo que me gusta, sí, pero no llena toda mi vida. Llego a casa con la energía suficiente para comprar la promo de 3 empanadas + una gaseosa de la pizzería de abajo de casa y ver el capítulo de Dawson's Creek que dejé grabando. Y medio alplax y una ducha y a la cama. Y así... hasta q se termine de grabar este programa. Y después vendrá un período de nada donde lo único que haré será dormir y mirar tele para volver de nuevo a la locura de 14 horas de laburo diarias.
Todo esto me hace pensar: si tomo litros y litros de coca light por día... ¿por qué nunca me gané unas puma plateadas?

Hay dos clases de...

... personas. Las que viajan por el mundo parando en casas de familia y los que viven en esas casas recibiendo a los que viajan.

Verdad furiosa # 3

Practicar cualquier tipo de actividad sexual con estas temperaturas es insalubre e inhumano.

Verdad furiosa # 2

Hombres, entiéndanlo: no importa cuántas veces nos digan que somos hermosas y que no cambiarían ni un pelo de nuestros cuerpos, nosotras siempre diremos que nos sobran dos o tres kilitos.

Love's the greatest thing

Luego de dos años de pensar en nombres para los hijitos y agotar los clasificados de Clarín en búsqueda del nidito de amor me tocó consolar a mi mejor amiga después de la ruptura de "la" pareja. ¿Y qué decir en este caso? No podía explotar la veta cínica "sí, los hombres son todos unos tarados que no saben valorar a las minas que tienen a su lado" porque por un lado no era de mucha ayuda y por otro lado tampoco era cierto. Lo que ella preguntaba (y que nos preguntamos todas las almas solitarias que pululamos este universo) era: "¿Y ahora qué?". Afrontar de nuevo las rutinas de la soledad implica un esfuerzo que mi amiga no está dispuesta a tolerar. "Pero my friend, no te queda otra". Y ella "Me volví tan exigente que ya no quiero a cualquiera a mi lado" y yo "Nadie quiere a 'cualquiera' a su lado" y "Hombres hay, sólo hay que saber mirar". Y de repente me volví en el paladín del amor diciéndole (y diciéndome) que el amor existe y que está a la vuelta de la esquina y que hay millones de hombres con ganas de enamorarse como moscas en un almuerzo de mediodía de verano en un campo de la pampa argentina. Porque al final, estar sola/o es la oportunidad de estar con alguien. Con "ese" alguien que uno desea y sueña. Y me encontré cantando "love's the greatest thing that we have" (gracias Blur). Y me quedé con la última frase de ese estribillo "I'm waiting for that feeling to come".

Piedra, papel o tijera versión 2005

Mi equipo de producción hoy estaba inspirado y salió con la versión 2005 del popular juego "piedra, papel o tijera". El problema es que no pudimos ponernos de acuerdo en qué mata a qué. Aquí van los elementos:

1. Galán
2. Billetera
3. Tararira

Mi versión es: galán mata a billetera, billetera mata a tararira, tararira mata a galán.

Duda furiosa # 1

¿Por qué 3 de los 4 blogs a los cuales soy adicta no permiten comments?

La paradoja del blog

Porque se supone que internet es el paraíso de los que buscan el anonimato. Porque se supone que uno puede elegir ser quien quiera. Porque se supone que el límite entre realidad y ficción alcanza el pico de la ambigüedad y uno se ampara en eso. Pero hete aquí que descubrí que viví engañada (bueno, si fuera sólo en esto). Porque resulta que hay cosas que quiero postear pero sé que no debería porque heriría susceptibilidades. Entonces ¿qué hago? ¿lo posteo igual y me cago en lo que les pase a los demás? ¿o me quedo en el molde tragando las palabras que me gustaría largar de todos modos?. Pero al final sé que soy de esas personas que siempre piensan primero en los demás que en mí misma y trato que los que están cerca mío lo disfruten así que dejo ciertas cuestiones oscuras para mi diario, que es el único bastión inaccesible de mi persona.
Es curioso. Estoy leyendo la biografía de la verdadera "colette" (que tiene mucho que ver conmigo, empezando por la causa de mi verdadero nombre) y resulta que ella siempre escribió sobre ella misma y le importó tres carajos lo que sus libros generaban en su entorno. Pero creo que hasta ahí llega mi similitud con ella.

Reflexiones inconexas

En la radio del taxi que me trae de vuelta a casa suenan Los Rodriguez y de repente tengo 20 de nuevo. Y voy a todos los recitales que puedo desquitándome de los 17 años vividos en un tacho donde lo único que pasa es aburrirse y soñar con una existencia distinta. Y lo logré. Y en Prix D'Ami tomaba una cerveza con Javier Calamaro y en los recitales de la 9 de Julio veía desde el backstage cuando Fito cantaba "Tumbas de la Gloria" por primera vez en vivo y Spinetta me agradecía en un show. Porque eso era yo a los 20. Una chica del rock. Una especie de émulo de Gloria Guerrero pero con menos coraje (y cero drogas). Y cuando perdí mi virginidad (qué fea esa frase!!!!!) también tuvo que ver con el rock y Los Rodriguez cantaban "Me estás atrapando otra vez" y yo pensaba en él y él pensaba en la dama a la que está dedicada la canción. Porque a los 20 era una nena de pueblo ingenua todavía. Y ahora es como si eso le hubiera pasado a otra persona. No reconozco nada de lo que fui en ese entonces. Sólo añoro la pasión. Y la tonta ilusión de que el arte cambiaba el mundo. Porque ahora soy una cínica trabajadora de la televisión que se clava un alplax para dormir por las noches y ya casi no cree en el arte. Entonces... llego a casa y pongo "Sin Documentos" y descanso en el recuerdo tonto de cuando yo era más tonta. Pero no más fácil. Nunca es fácil.

Llamado a la solidaridad

Busco roommate para compartir mi departamento. Tres ambientes divino en Palermo. Sexo indistinto. Condición básica: "ubicado/a", trabajador/a y cero descontrol (ya tengo 30 gente, hace un rato que dejé la fiesta descontrolada). Opción B: departamento en Capital por 300 mangos o menos. Si saben de algo manden mail: malosayres@hotmail.com
Please, no manden boludeces. Esto es serio. Gracias.

Barajar y dar de nuevo

Sobreviví al 2004, al bisiesto, a las fiestas familiares, a la falta de trabajo, al exceso de trabajo, a mis depresiones varias, a mis relaciones fallidas y tortuosas, a la psicosis familiar de cada año...
Es inherente en mí mirar para atrás y, al compás del recuerdo velado, sacar la conclusión de "si sobreviví no fue para tanto". Y empezar a temer por lo que viene. Y preocuparme por todo aquello que un caprichoso calendario me obliga a dividir entre antes y después. Y en tratar de recordar los errores para no volver a cometerlos estúpidamente de nuevo. Para que después la vorágine de lo cotidiano me devore y haga olvidar (o dejar de lado) los deseos que pedía mientras me tomaba una copita de champagne (o varias) y las promesas y planes que trazaba el 1° de enero, mientras intentaba hallar un momento de introspección sumergida en la pileta donde mis primitos jugaban escandalosamente al marco polo. Planes y esquemas que disfruté trazando y pocas veces llevaré a cabo aunque una de las promesas de este año sea precisamente "llevar a cabo". Y sin embargo es un espacio mental y espiritual necesario. Una especie de barajar y dar de nuevo que pone en perspectiva mi existencia y mantiene a raya durante unos instantes a los monstruos. Porque cuando hay planes hay camino posible por recorrer y cuando hay deseo hay combustible para afrontar el viaje.