la neurosis de ser yo

martes, enero 31, 2006

amistad furiosa

Mi amiga F. se compró una playstation y ambas nos volvimos adictas al Need for Speed, inclusive compramos un auto (de mentirita, claro) y jugamos los distintos torneos en laaaaargas sesiones de fin de semana. Hace unos días íbamos para su casa (a internarnos con la play, of course) y se suscita el siguiente diálogo:

yo - y? seguiste jugando al need for speed?
f. - no
yo - por? ya te aburriste?
f. - precisamente por eso, para no aburrirme y seguir jugando juntas.

fue la mayor demostración de amistad que he recibido hasta el momento.

jueves, enero 19, 2006

Duda furiosa # 2

Al final... ¿cómo es la cosa? ¿pagamos la deuda externa? y si era tan fácil ¿por qué no la habíamos pagado antes?.
(Entiendan, trabajo en televisión, hay cosas en las que soy muy ignorante.)

domingo, enero 15, 2006

Del resto puedo prescindir

Cada vez que hago limpieza general, encuentro que hay tres cosas de mi casa que no puedo tirar de ninguna forma. Una es un imán de una bruja de tela (lleno de polvo a esta altura) que mi padre me regaló cuando Hechiceras salió al aire. La otra, una vela chiquita de gel con un pequeño mar adentro. Regalo de mi padre, as well. La tercera, un "Recuerdo del Cerro de la Gloria", un ave picudo de especie desconocida hecha de carozos de durazno (?!), regalo de mi madre esta vez, que es la cosa más fea que yo haya visto en mi vida.

jueves, enero 12, 2006

Mundo de quimeras

Estoy afuera un rato, como en otra dimensión. Vuelvo y es el nerviosito ese del rectangulito en blanco y la pregunta de qué carajo escribo si hace un mes y medio que no me miro el ombligo, ni la cabeza, ni las manos. Sólo tengo ojos para el afuera y para ese plan de grabación que casi nunca se cumple. Y el cotilleo que al principio es muy divertido se vuelve rutina y ruido molesto. Y ese actor que te parecía tan copado es un cuarentón adicto a los berrinches infantiles. Vienen los créditos finales, o la tanda, y estoy en el mundo real en el que en realidad no vivo. Shhh... ¿Qué es ese piquipiqui que retumba y fastidia? Ah, lo escucho yo sola, entonces. Soy yo, me temo, es que me había olvidado de mi existencia. Emprendo el retorno a my own private idaho, a la conexión con seres que imagino y siento más cerca que los que me rodean, except a few. Es como tomar chocolate caliente una lluviosa tarde de junio mirando por la ventana. Cualquier ventana, no importa. Ahora llueve como si se estuvieran vengando de nosotros y no estoy tomando chocolate (ni mirando por la ventana) pero me invitaron al teatro y es la pequeña alegría del día. Me pongo el piloto (mi paraguas ha desaparecido) y voy en el 39 soñando diálogos con estos nuevos personajes que conoceré esta noche.

Acerca de mí

Buenos Aires, Argentina
esmalterojofurioso@gmail.com